
A pesar de que su propio negocio sufrió daños por el agua, decidió asistir gratuitamente a quienes vieron sus electrodomésticos afectados, priorizando a aquellos que necesitan conservar medicación o insulina.
Un gesto desinteresado en medio de la crisis
Sin dudarlo, Contreras salió con su camioneta a recorrer los barrios más golpeados por la tormenta del 7 de marzo, revisando heladeras y ayudando a ponerlas en funcionamiento sin cobrar por el servicio. “Tratamos de que los vecinos no estén en peligro, sobre todo quienes dependen de la refrigeración para su salud, como los mayores o quienes necesitan insulina”, explicó el técnico, quien lleva 12 años en el rubro.
El impacto emocional de la situación no le es ajeno. “Es shockeante ver lo que pasa en las casas, la angustia de la gente. Están agradecidos y quieren pagarme, pero les digo que no, que lo material se recupera con el tiempo”, relató a Noticias Argentinas.
Su propio taller, también afectado
El temporal no solo afectó a los vecinos de Bahía Blanca, sino también al propio Contreras, cuyo taller, ubicado en la calle Undiano al 600, sufrió filtraciones de agua por el techo y la loza. “Todavía no tengo luz, perdí varios repuestos, pero eso es solo material. Lo que le pasó a la gente es mucho peor”, comentó.
Lejos de lamentarse, tomó la decisión de salir a ayudar. “Es mi forma de colaborar dentro de mis posibilidades y sentirme útil. Devolver un poco de lo que la gente me da durante el año”, expresó.
Villa Mitre, una de las zonas más afectadas
Durante sus recorridos, Contreras quedó impactado por la situación en el barrio de Villa Mitre, donde calles como Alberdi y Castelar se encuentran cubiertas de barro y tierra, complicando aún más el panorama para los vecinos damnificados.
El último reporte oficial indica que unas 250 personas aún permanecen evacuadas, mientras la ciudad continúa con las tareas de limpieza y reconstrucción tras la tormenta.