
El bullicio de pintorescos colectivos de antaño (buses) que adornan la ciudad, los pequeños trufi con los pasajeros amontonados como uvas en un racimo, las cholas con sus relucientes polleras y elegantes trenzas negras que nacen de un pequeño sombrero, nos dan la bienvenida al corazón de Bolivia: Cochabamba, cuna de la Historia y Cultura boliviana. Por fin había llegado a esta hermosa ciudad para participar y representar a mi pueblo Yala, en el VII Congreso Latinoamericano de Escritores, Poetas y Artistas «Uniendo Fronteras» en homenaje al Bicentenario de Bolivia, al que fuera invitado.

Con la sola idea de descansar me hospede en el Hotel «Leon», que está en pleno centro de la ciudad y muy cerca de su plaza central llamada «Plaza 14 de Septiembre» en honra a la Revolución de 1810 y al Coronel Rivero, quien se levantó en armas contra del yugo español.

Bienvenida
Al día siguiente, un lunes 22 de Septiembre, al despertar respiro tranquilidad y un aire que es similar al de mi Yala, deduzco que será por las lagunas que rodean a la ciudad. Al momento del desayuno comparto mesa con Abraham Pizarro, un escritor chileno, un senador de letras del país trasandino, de un acento especial, con más condecoraciones que letras tiene un poema.
Minutos después en la plaza central de la ciudad de Cochabamba, la señora Marcela Corvalán, junto a su marido el Dr. Jaime Flores, ambos coordinadores del evento, con la presencia de autoridades locales, fanfarria aparte, nos dan la bienvenida con respectivos certificados y distinguida credencial, que dan gusto lucir; mientras que una joven pareja con ropa típica baila una cueca para deleite de todos los escritores venidos de diferentes países de Sudamérica y México.

Luego del almuerzo de comidas regionales: piqué macho y sopa de papa lisa en unos colorinchos colectivos -al parecer de la época de los sesenta o antes- con un guía designado fuimos a conocer al Cristo de la Concordia, (estatua inaugurada el 22 de noviembre de 1994, mide 34,20 mts de altura, autor Cesar Terrazas Pardo) que está en la cima del cerro San Pedro. Es una de las estatuas más altas de América. Desde dónde está erguido, la vista es colosal, a sus pies está la ciudad de Cochabamba, a sus espaldas el Municipio de Sacaba y en el medio de las dos, luce tranquila una laguna azul.
Pienso «Valió la pena visitar Cochabamba». Después a descansar.
