
Mercados en crisis tras la elección
Los bonos argentinos en dólares se desplomaron hasta un 9 %, el índice S&P Merval cayó cerca del 13 % y el riesgo país trepó por encima de los 1.100 puntos básicos, mientras el peso sufrió otra devaluación. Las acciones bancarias y energéticas fueron las más castigadas, con bajas superiores al 20 %.
Con este escenario, la desconfianza se instaló en el sistema financiero, y los bancos, en vez de aliviar al cliente, cerraron todavía más las puertas.
Hipotecas: de ilusión a misión imposible
- Pausa oficial: El Banco Ciudad y el Banco del Chubut suspendieron formalmente nuevas líneas de crédito hipotecario.
- Privados al límite: Entidades como el Galicia elevaron tasas hasta el 11,5 %, mientras que otras superaron el 15 %.
- Scoring inalcanzable: El Banco Nación ahora exige puntajes de hasta 950 puntos. Para la mayoría de los trabajadores, es un filtro imposible de sortear.
En números concretos: el crédito hipotecario representa el 20 % de las operaciones de compraventa. Sin esa pata, el sector se paraliza.
Consecuencias en cadena
Los desarrolladores inmobiliarios ya ralentizaron obras, y en muchos casos las detuvieron por completo. El economista Federico González Rouco fue categórico:
“Sin financiamiento, el mercado deberá reestructurarse de vuelta o esperar que el año que viene se reacomode todo”.
Bancos en jaque
La política monetaria de Milei, con tasas prohibitivas para secar pesos, no solo golpeó a los deudores: también achicó las ganancias de los bancos, que cayeron hasta un 80 % en lo que va del año. Ante esa situación, las entidades optaron por preservar liquidez y reducir al mínimo el riesgo de prestar a largo plazo.
Un mercado en estado de congelamiento total
La combinación de derrota electoral, tasas asfixiantes y bancos en retirada dejó al mercado inmobiliario bajo cero. Las familias que soñaban con un crédito hoy ven cómo ese sueño se aleja, mientras los ladrillos —histórico refugio de valor en Argentina— se transforman en un lujo casi inaccesible.