
El presidente Javier Milei enfrenta una semana decisiva en el Congreso de la Nación, donde se juega una pulseada clave con la oposición por dos temas altamente sensibles: el aumento de las jubilaciones y la emergencia en discapacidad. Ambos proyectos, ya aprobados por las cámaras, están en la mira del Gobierno, que anticipó su decisión de vetarlos, argumentando que no hay recursos disponibles para su implementación.
El Congreso, campo de batalla
Con el plazo para el veto corriendo, el oficialismo se atrinchera con una estrategia clara: reunir al menos 87 votos en Diputados para bloquear cualquier intento opositor de insistir con las leyes. La oposición, encabezada por Unión por la Patria, apuesta por lograr los dos tercios necesarios para rechazar el veto presidencial y hacer valer su mayoría.
En este escenario de alta tensión, el Congreso se transforma en un verdadero campo de batalla política, donde cada voto cuenta y los acuerdos —o las ausencias— pueden definir el resultado.
El argumento económico del Gobierno
Desde Casa Rosada, el argumento principal del veto es el impacto fiscal. Según estimaciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso, las medidas aprobadas representarían casi el 1% del Producto Bruto Interno (PBI). Para el Gobierno libertario, esto implicaría un riesgo para el equilibrio fiscal que Milei prometió sostener como bandera de su gestión.
Aliados clave y el fantasma de la derrota
Con los números muy ajustados, Milei necesita el respaldo firme de sectores del PRO, de radicales afines y también de ausencias estratégicas que impidan a la oposición alcanzar el quórum necesario. En caso contrario, el Presidente podría enfrentar una nueva derrota legislativa, en medio de un clima político cada vez más polarizado.
Otros proyectos en disputa
Mientras tanto, en paralelo, la oposición avanza con otros proyectos que también incomodan al Ejecutivo: el financiamiento universitario, la emergencia del Hospital Garrahan y la reforma del impuesto a los combustibles son algunos de los temas que siguen alimentando la tensión entre el Gobierno y el Congreso.
Un choque de poderes en pleno desarrollo
Este nuevo capítulo deja en evidencia el choque frontal entre el Ejecutivo y el Legislativo, una disputa que se profundiza y amenaza con convertirse en un conflicto permanente si no se reabren canales de diálogo.
En medio de una crisis social que golpea a los sectores más vulnerables, el desenlace de esta batalla será observado con atención por millones de jubilados, personas con discapacidad y trabajadores que esperan respuestas concretas de sus representantes.