
Ese día, en aguas del Atlántico Sur y fuera de la zona de exclusión impuesta por el Reino Unido, el crucero argentino fue atacado por el submarino británico HMS Conqueror, provocando la muerte de 323 marinos argentinos.
Cada uno de ellos custodia desde entonces nuestros mares por la eternidad. Son héroes de la Armada Argentina que ofrendaron su vida en defensa de la soberanía nacional sobre nuestras Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur.
El hundimiento del General Belgrano no sólo marcó un punto de inflexión en el conflicto bélico de 1982, sino que se transformó en un símbolo imborrable del coraje, la entrega y el patriotismo de quienes formaron parte de aquella gesta.
En cada acto conmemorativo, en cada monumento, en cada rincón del país donde flamea una bandera argentina, los nombres de esos 323 valientes están presentes, recordándonos el precio de la soberanía y el deber indeclinable de la memoria.
Hoy, como cada 2 de mayo, los honramos con respeto y orgullo. Porque no hay olvido para quienes dieron todo por la Patria.
¡Honor y gloria a los héroes del ARA General Belgrano!