
En diálogo con distintos medios locales, los vecinos expresaron su malestar al enterarse de que el cura permanece en su domicilio del barrio, sin haber sido informados previamente de la medida judicial que le otorgó la detención en casa.
Reclamos de los vecinos
Los habitantes de la zona manifestaron preocupación por la falta de seguridad y advirtieron que la presencia del religioso genera temor en un barrio donde viven niñas y adolescentes.
“Queremos que cumpla condena en una cárcel común, no en su casa y mucho menos en Lozano. Nadie nos avisó de esta decisión judicial y nos sentimos desprotegidos”, remarcaron los vecinos.
También denunciaron que las condiciones de custodia no se cumplen de manera adecuada y que no hay garantías de control sobre el acusado, lo que alimenta la indignación.
El caso
El sacerdote Bruno fue detenido en abril de este año tras múltiples denuncias en su contra. Está imputado por abuso sexual simple agravado y abuso sexual con acceso carnal agravado, en concurso real, hechos ocurridos en Jujuy y también en Mendoza.
Si bien inicialmente se le dictó prisión preventiva, en los últimos meses se le otorgó el beneficio de la prisión domiciliaria, decisión que generó el rechazo de la comunidad y de organizaciones de víctimas.
Qué piden
Los vecinos reclaman:
- Revocación inmediata de la prisión domiciliaria.
- Cumplimiento de la condena en una cárcel común.
- Transparencia en las decisiones judiciales y comunicación oficial sobre las medidas adoptadas.
El caso reaviva el debate sobre la actuación del Poder Judicial y de la Iglesia en situaciones de abuso, y vuelve a poner en agenda la necesidad de garantizar justicia efectiva y protección para las víctimas.