
Alejada del círculo íntimo del jefe de Estado y cada vez más crítica de la gestión libertaria, Villarruel lanzó duros cuestionamientos contra Milei, a quien acusó de tener una “mentalidad infantil”, de ser insensible frente a los sectores más vulnerables y de “gobernar desde el privilegio”.
“Ellos viajan por el mundo, meten familiares y viven en un palacio. Que ahorren lo que gastan en la SIDE y en los viajes”, disparó Villarruel.
“Si hay equilibrio, entonces asistir a los más desprotegidos no debiera ser tan terrible. Un jubilado no puede esperar y un discapacitado menos. Que ahorre en viajes y en la SIDE y listo”, sentenció, en lo que fue interpretado como una ruptura explícita con la Casa Rosada.
Acercamiento con el peronismo
En paralelo a sus críticas públicas, la vicepresidenta avanza en discretos encuentros con dirigentes del peronismo no kirchnerista, con el objetivo de construir un nuevo espacio nacionalista, federal y anti-K con proyección electoral.
Entre sus principales nexos se encuentra Claudia Rucci, directora del Observatorio de Derechos Humanos del Senado e hija del histórico dirigente sindical José Ignacio Rucci. Rucci cumple un rol clave como puente con el peronismo más conservador y sectores del sindicalismo moderado.
Además, Villarruel ya habría mantenido reuniones reservadas con los gobernadores Gustavo Sáenz (Salta) y Raúl Jalil (Catamarca), buscando articular una agenda común y sembrar las bases de un frente “peronista nacional”, alejado tanto del kirchnerismo como del oficialismo libertario.
Operativo 2027: un armado en marcha
Otro de los armadores de esta nueva etapa es Mario “Pato” Russo, actual secretario administrativo del Senado. Russo fue colaborador de Guillermo Moreno, trabajó con Francisco de Narváez y formó parte del equipo de campaña de Héctor Gay en 2015. En los últimos años fue uno de los cerebros detrás del discurso de la “casta contra los ciudadanos”, que ahora Villarruel empieza a resignificar con un tinte más social.
Con un perfil más moderado que el presidente, la vice busca ahora recomponer lazos con sectores desencantados de La Libertad Avanza, pero también seducir a votantes conservadores del peronismo tradicional y del interior del país.
Todo indica que Victoria Villarruel ya no está en campaña por el gobierno actual, sino por su propio futuro político. Y el 2027 ya figura como el horizonte hacia el cual se encamina con decisión.