
Invierno
Desde la ventana diviso
una niebla gris que crece,
y al sentir esa presencia,
mi cuerpo se estremece.
Invierno, que has llegado
dejando en el camino
tus huellas en la escarcha,
congelando mi destino.
Una copiosa nieve
de repente se aparece;
blanco queda el paisaje,
y la vista se embellece.
Tu pasar es como un sueño
que me impide despertar,
y es tan crudo tu pasaje
que se siente el rechinar.
En el leño de un hogar,
la llama ardiente se mece;
la leña se va consumiendo,
el frío desaparece.
Es el canto de los pájaros
el que anuncia tu partida;
el final se va acercando,
es triste tu despedida.
