
En una misiva cargada de indignación y dolor, acusan al ministro de «negar el derecho a una vida digna» y lo señalan directamente como responsable del desguace salarial y la crisis terminal del IOSFA, la obra social de los uniformados.
«Esa afirmación no es técnica: es cruel», dicen los suboficiales, luego de que Petri reconociera en el Congreso que la equiparación salarial recién llegaría… en 2027, al final del mandato de Javier Milei. En paralelo, la deuda del IOSFA ya supera los $120.000 millones y clínicas, laboratorios y médicos cortan servicios en todo el país.
“Nos endeudamos para sobrevivir, Petri”
Desde ASUBA no se guardaron nada: denunciaron que miles de efectivos están cobrando sueldos por debajo de la línea de pobreza, con diferencias de hasta un 40% respecto a otros uniformados solo por estar bajo un ministerio distinto. ¿Un ejemplo brutal? Un suboficial del Ejército puede ganar mucho menos que uno de la Policía Federal, con la misma jerarquía, responsabilidad y antigüedad.
“¿Es justo que un militar deba vender sus cosas para pagar una operación? ¿O que una madre uniformada no pueda costear los remedios de su hijo?”, dispararon desde la asociación. La miseria ya no se esconde bajo el uniforme: se siente, se sufre y se grita.



“Petri vendió humo y se autopremió en el Congreso”
La bronca estalló luego de que el ministro se pavoneara ante la Comisión de Defensa del Congreso, hablando de “revalorización de las Fuerzas” y compras de armamento, mientras el personal no llega a fin de mes.
“Los préstamos del IAF que anunció están fuera del alcance de la mayoría del personal subalterno. ¿De qué sirve tener tanques nuevos si nuestros soldados no pueden llenar la heladera?”, se preguntan, con razón.
El reclamo: plata, salud y dignidad
Los suboficiales exigen la reactivación inmediata del plan de equiparación salarial, retroactivo a los tramos suspendidos, unificación de escalas entre todas las fuerzas sin distinción ministerial, aumento de emergencia para los más perjudicados, y una auditoría urgente del IOSFA. También piden representación real en su directorio.
El mensaje final fue claro y punzante:
“No basta con reconocer el problema. Es momento de resolverlo. Usted, ministro Petri, tiene hoy la oportunidad de hacer historia o de sumarse a los que siempre nos dieron la espalda. Nosotros no vamos a rendirnos. No vamos a callarnos. ¡Vamos a seguir alzando la voz!”
¿Se viene un estallido?
La tensión dentro de las Fuerzas es cada vez más fuerte y no faltan quienes comparan esta situación con el histórico conflicto de 2012, cuando Gendarmería y Prefectura salieron a la calle a reclamar dignidad. Algunos incluso ya dan por hecho que Petri abandonará el barco después de las elecciones, para enfocarse en su ambición de ser gobernador de Mendoza.
Mientras tanto, los soldados, suboficiales y retirados siguen contando monedas para sobrevivir, esperando que alguien los escuche de verdad.
Desde Radio Yala te lo decimos sin vueltas: con hambre, deuda y abandono no hay Defensa que valga.