
El hecho, ocurrido el 23 de abril, conmocionó a la sociedad jujeña: un enfermero le colocó por error leche materna en una vía intravenosa, en lugar de hacerlo por la sonda nasogástrica, lo que provocó una severa descompensación en el niño. Su mamá, Alejandra Argota, notó la situación y alertó de inmediato al personal médico, que actuó rápidamente para estabilizarlo.
“Le confié mi hijo y casi lo mata”, declaró la madre días después del hecho, aún conmovida y exigiendo justicia por la negligencia.
David permaneció internado varias semanas en estado delicado, hasta que el jueves 16 de mayo los médicos decidieron otorgarle el alta. Actualmente continúa en recuperación en su hogar con oxígeno domiciliario y bajo seguimiento médico permanente. Su familia se encuentra readaptando su rutina para garantizar el bienestar del niño.
Por su parte, el enfermero responsable del error fue detenido y enfrenta cargos por lesiones graves. Se encuentra bajo prisión preventiva, mientras avanza la causa judicial. Cabe señalar que el profesional ya contaba con antecedentes por prácticas indebidas dentro del mismo hospital, incluyendo un episodio en 2022 donde habría sedado a un bebé sin autorización.
Este caso puso nuevamente en evidencia la urgente necesidad de revisar y reforzar los protocolos de atención médica en los hospitales públicos, así como el control sobre el personal de salud, para evitar que situaciones como estas se repitan.
Mientras tanto, la familia agradeció profundamente el acompañamiento de la comunidad jujeña y de todos quienes oraron y enviaron mensajes de apoyo.
“David está con nosotros, y eso es lo más importante. Seguimos adelante, con fe y fuerza, pero también con el firme pedido de justicia”, expresó Alejandra.