
Entre promesas y fantasías
Con tono casi mesiánico, Caputo prometió devolver al sector privado entre u$s420.000 y u$s550.000 millones si la economía crece al 6 u 8% anual. Claro, todo esto en un país donde los sueldos no alcanzan, las tarifas suben sin freno y la pobreza roza el 60%. ¿La zanahoria? Menos impuestos… algún día.
El frío plan: ir por tus dólares
El plato fuerte vino cuando habló de los famosos “200 mil millones de dólares del colchón”. Según el ministro, los argentinos no necesitan que el Estado emita dólares ni los traiga de afuera, porque ya los tienen en sus casas. La pregunta que nadie le hizo es: ¿cómo piensa hacer para que los saquen? ¿Confianza? ¿Blanqueo? ¿Amenaza? Por ahora, sólo hubo insinuaciones.
Entre la ilusión y la realidad
Mientras Caputo dibuja una Argentina de fantasía en powerpoints llenos de flechas hacia arriba, las consultoras internacionales bajan a tierra: Moody’s proyecta un crecimiento de apenas 4%, y Goldman Sachs un 4,5%. ¿La calle? Aguanta, como siempre, entre la inflación, el desempleo y los anuncios de ajuste.
Empresarios en modo silencio
Los grandes empresarios que lo escuchaban aplaudieron con cara de póker. Nadie quiere perderse el negocio si la cosa despega, pero tampoco están dispuestos a meter un dólar si no hay reglas claras. En resumen: Caputo les pidió que apuesten mientras el país sigue jugando a la ruleta rusa.