
Hoy recordamos a Nuestra Señora de los Remedios, una figura que trasciende la historia y simboliza esperanza y protección. Fue la primera imagen venerada por los conquistadores españoles en América, cuando Hernán Cortés la entronizó en un centro ceremonial azteca en 1521. Conocida como la Virgen española y protectora de los indígenas, se ganó el corazón de quienes buscaban consuelo y fe.
En Buenos Aires, durante la peste de 1727, fue proclamada “Patrona Menor de la Ciudad” para conjurar la fiebre tifus, siendo venerada desde entonces en el templo de San Miguel Arcángel. Su imagen, traída desde Cádiz, representa a la Madre Protectora que pone remedio a las necesidades de sus hijos y ofrece alivio frente a los males.
En su honor, el 21 de noviembre también se celebra el Día de la Enfermería en Argentina, destacando la labor de quienes, como la Virgen, cuidan y alivian el sufrimiento de los demás.
Virgen de los Remedios, protege a toda la Argentina y acompáñanos en nuestras luchas.