
Sí, fue un 20 de Junio de 1.992 cuando nosotros, los flamantes cadetes de policía de la vieja escuela, en posición de firme, con el fusil al hombro y sin pestañear ¡cuál soldaditos de bronce miran al horizonte esperando una orden para hacerse escuchar! juramos a la bandera en la ciudad de La Quiaca. Momento histórico, en donde un escritor puneño enviándonos una carta nos inmortalizó: “ Cuando vi a los cadetes de la escuela de policía de la provincia de Jujuy bien formaditos, flamantes, en la avenida Sarmiento de la ciudad de La Quiaca, se me juntaron muchas cosas, se amontonaron empujando por salir, desocupando los oscuros recovecos del alma; de pronto me vi chico, allí mismo, con el guardapolvo blanco queriendo mostrar pulcritud, una escarapela grande en el pecho y otra inmensa cubriendo el firmamento (Porque el cielo de La Quiaca es así, una escarapela grande en el corazón de la Puna). Soñaba cuando era chico poder ver alguna vez a esos gallardos cadetes…desfilando, acompasados, rítmicamente, como muñequitos tiesos, haciendo retumbar con su paso el suelo y los corazones de los quiaqueños…soñaba con ser cadete y un 20 de Junio en posición de firme, con un fusil al hombro y en saludo uno romperme las cuerdas vocales exclamando a viva voz a mi bandera: ¡¡SI JURO!!”
